miércoles, 2 de abril de 2008

Mis cambios perturbados

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En aquel lóbrego silencio permanecía inmóvil, mi aprensión al mover un solo dedo hacia que mis pies cesaran y así impedirme el porvenir del nuevo camino…Era como si todos estuvieran contra mi propia voluntad impidiéndome lo que tanto anhelo.
El aroma que siento dentro de estas cuatro tapias es pavoroso, No lo podría concretar como algo de todos los días… es algo concretamente espantoso. Una esencia en que solo la propia persona recluida por años dentro de aquel lugar podría concebirla, inefable…
Ya era hora de despertar de esta sórdida opresión soñada por años
Era hora de emerger y hallar mi propio destino, era el momento de hacer que mis propios sueños tuvieran coincidencia con la vida que hoy inicio.
Al abrir mis ojos esa agraciada mañana pude percibir, era un día disímil a los primeros, observaba mas regocijo, dentro de mi lugar podía sentir un hálito distinto, quizás es un buen acontecimiento. Algo eminente que puede arrimarse, todo estaba bien, nadie podría interrumpir este soberbio día, colmado de alegrías y dejando atrás aquellas arduas sonrisas y abatidos momentos de retiro y martirio.
Los deseos de correr por los hermosos campos que se situaban a mí alrededor me brindaban deseos de amor. Querer abrasar a millones de personas gozar de esta felicidad, perdonar aquellos rostros rencorosos y olvidar los protervos momentos.
Ser feliz definitivamente y no volver atrás… no volver a construir el horroroso pasado que hoy en día descansa en pernoctas quimeras.
Al abrir las cortinas de mi ventanal los rayos del sol iluminan mi rostro, sentir esa calida sensación en el rostro me brinda energía y bienestar para todo un día.
Quizás eso debí haber echó durante aquellos tiempos. Lastima que en aquellos tiempos no conocía estos lugares llenos de luz y de vida. Solo vivía en territorios oscuros y tenebrosos.
Hermosas rosas rojas nacen en mi jardín, conceden alegría y vida a mí alrededor
Ojalas nunca murieran como en tiempos aquellos…
A veces la misma imaginación de uno nos lleva a idealizar ficticias historias quebrantadas en pequeños tiempos, donde en cada momento ocurren cosas disímiles, es difícil custodiar el mismo hilo una y otra vez, o mas bien dicho, es imposible;
Siempre hay que evitar que se corte, observándolo sigilosamente una y otra vez hasta que llegue al final…
O también podríamos concertar esta expresión con una cometa, una agraciada cometa, encumbrándola muy alto donde ningún ojo humano pueda visualizarla,
Quizás podríamos ser hermosas cometas y conocer ese lugar que tanto deseamos estar…
Que precavido, acostumbrado a expresarme en plural...

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